jueves, 10 de marzo de 2011

8 de marzo mujeres, tolerancia y paz

Creo que nunca me he sentido discriminada por ser mujer. No que no me haya enfrentado a comentarios machistas, opiniones discriminatorias, y actitudes y hasta leyes, pero yo no he dejado que me definan como persona. Siempre pienso que yo no tengo porque agachar la cabeza o dejar de pelear por lo que creo, solo por el hecho de que alguno (o hasta alguna) considere que por ser mujer no debería hacerlo.
Pero  esto puede deberse en parte a mi educación, a las oportunidades que he tenido y a la filosofía que he escogido para vivir. No me siento menos que nadie, ni más que nadie. Ni por ser mujer, ni por ser latina, ni por ser alta, ni por ser tica, ni por ser educada, ni por no tener un título, ni por tener carro (o no tenerlo), o casa, computadora,celular, o por no tener un ipad, una casa en la playa o un millón de dólares!

Pero en el día internacional de la mujer, ver las imágenes de tantas, demasiadas, mujeres discriminadas, violadas, vapuleadas, con temor en sus ojos y en su corazón, con ira y valor en los ojos que apenas se vislumbran detras de algún velo, a veces material, a veces mental.... el dolor, la impotencia, el grito de auxilio.


Creo que ser un ser humano va más allá del género, la raza, el credo, la condición socio económica y cultural.  Y creo, firmemente espero y tengo fé en que algún día, los seres humanos podrán vivir juntos, en armonía con la naturaleza, sin etiquetas ni discriminación.

De mujeres y calzones

Gracias a mi amiga Vitos que me mandó esto hoy y y lo quiero compartir:



EDUCALZON
(Vivian Cruz del Libro “Vientre de Ocarina)
Premio Magón de Poesía 2005

Al nacer dijeron:
Es una niña
(tendremos que cuidarla)
dos besos de oro bordaremos
en su pecho de ángel
y un calzón de rosas
lucirá su piel de alondra
y escuchando
que me colmarían siempre
de flores
loca de contenta salté entre los arbustos
Pero ellos replicaron:
las niñas no brincan de ese modo
(se le pueden mirar los calzones)
Luego vinieron muñecas
barro y sartenes
hasta el día en que dijeron:
eres muy grande
para guisar ficciones
y cuando quise respirar cortejos
mezclados al viento
una vez más dictaron:
eres muy niña
para soñar amores
(ni siquiera sabes lavar tus calzones)
Y más tarde me abrigué a la noche
en el manto de unos labios
y con vos de trueno enunciaron:
es pecado asir los besos
que se apilan en los hombres
(ellos pueden bajar tus calzones)
Luego fui mujer
tornado y rebeldía
y entre palizas por fin sentenciaron:
La mujer no gime
(a pesar del golpe)
La mujer sonríe
(a pesar del frío)
La mujer aguarda
(a pesar del miedo)
La mujer remienda
(sus propios dolores)
La mujer sacude
(los sueños perdidos)
La mujer amasa
(su propia desgracia
- y la de los otros -)
Y fue así como me convertí
en pajarito
en migaja
en silencio
Hasta el dìa en que decidí
ser hembra
( y llevar por calzón una estrella)