lunes, 26 de octubre de 2015

Lunes de ida... y de vuelta

Voy y vuelvo un poco autómata.

domingo, 25 de octubre de 2015

El primer domingo


El domingo a las 6:00 a.m. 
El bus del Estadio lleva más gente que el viernes.
¿Para adonde van tan temprano?
Las cosas que me he estado perdiendo por dormir hasta las 11

sábado, 24 de octubre de 2015

Soy una más

Yo en el bus a las 6 a.m.
Soy una más que va al trabajo a las 6:00 a.m.
Soy una más que se monta en el bus y va escuchando noticias en el celular.
Soy una más que espera que no la deje la buseta.
Soy una más que se pregunta ¿para qué putas hago todo esto?

miércoles, 1 de enero de 2014

La vida en los alambres del patio.

Hoy pensé en escribir sobre los cambios de año y los propósitos no cumplidos. Sobre que la vida empieza y termina cada día. Sobre la amistad, los sueños y las historias compartidas.  Pero luego me enteré de la muerte (un más y la última del 2013) de la hija, sobrina y nieta de una familia muy querida para mi... Otro accidente. Otra vida joven que terminó su camino. Y recordé a las hormigas.

Las hormigas son seres interesantes para reflexionar sobre la existencia. Van y viene por un mismo trillo. Unas van y otras vienen, se encuentran, se dicen algo, siguen cada una su camino. Ese es el sentido de la vida de las hormigas, incansables, repitiendo la misma rutina de salir de su hormiguero para buscar hojas que nutran el hongo del cual se alimentan ellas.

Y es que veo un paralelismo entre la vida de las hormigas y la de todos nosotros. Recorremos los mismos trillos en busca de algo que alimente aquello de lo que nos alimentamos.

Al menos así es como me siento al hacer el recuento del año que terminó ayer.  Si bien estuvo marcado por acontecimientos imprevistos y decisiones de último minuto, tengo la sensación de haber ido y venido por el mismo camino.  No es un sentimiento de tristeza o de vacío, ni siquiera aburrimiento. Es solo eso, un constante devenir.

Un Déjà vu
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sábado, 6 de julio de 2013

Paren el mundo que me quiero bajar!!!

Parafraseando a la ilustre Mafalda,  hay semanas como esta en que eso es lo que quisiera gritar cuando veo las noticias.   

Titulares: Edward Snowden; Evo Morales; Juan Pablo II; las entradas y la corrupción.  
¡ Dios mío que zambrote! (como decía la mamá de una buena amiga) 

Al pobre don Evo, que solo venía de darse un paseíto por Moscú, le obligan a hacer parada obligatoria en el país de Mozart y ahí, el embajador de España emulando al Profesor Jirafales le pregunta: ¿No quiere invitarme a tomar una tacita de café dentro de su avioncito? Pero Moralitos que de tonto no tiene un pelo (ni los rulos de doña Florinda) le dice que nanai...    Aquí un recuento del asunto:  


¿Y cuál es el motivo de todo este matonismo? Pues que ellos pensaron que  Evo podía estar jugando a las escondidas con Snowden, aquel susodicho que en un arranque de conciencia soltó lo que ya todos sabíamos: que un mundo nos vigila y no son precisamente los Polivoces! 
  
Otra noticia más de aquí: resulta que al querido Papa Juan Pablo II lo van a canonizar gracias a una señora tica a la cual curó de un aneurisma. Hasta ahí todo bien. Creo que en mayor o menor medida siempre queremos creer que los milagros son posibles. Pero mejor no mezclar la política con la religión. 

Perdón! Mejor empezar a separar la política de la religión. 

Y es que  la gente que se opone al estado laico no se da cuenta de que, al igual que ahora tenemos un estado católico, en el futuro podríamos tener un estado musulmán, o uno judío o hasta uno budista... y por qué no, si no hay nada que indique lo contrario?

La ley debe estar por encima de cualquier Fé religiosa para que sea inclusiva y democrática.

Y luego el temita de la venta y reventa de entradas para el otro opio del pueblo, el futbol.  Pero que cansado este tema.  Lo cansado es la gente que sigue criticando al sistema de venta o cuestiona las leyes del país, cuando lo principal es cuestionarse ¿por qué se da este fenómeno?  ¿Quiénes mantienen a los revendedores?